El análisis genético del hueso de una niña, que vivió hace 90.000 años en Rusia, mostró que fue el resultado del apareamiento directo entre estas dos diferentes especies de homínidos: el neandertal y el misterioso hombre de Denísova.
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Un grupo de investigadores internacionales ha determinado que una adolescente de 13 años, que vivió hace 90.000 años en Altái (Rusia), fue la hija de una madre neandertal y de un padre perteneciente a otra especie de homínido, el enigmático hombre de Denísova.
El estudio, publicado en Nature, precisa que a esa conclusión llegaron los científicos tras el análisis genético del fragmento de un hueso de la niña, encontrado hace seis años en la cueva Denísova. Ese estudio mostró que cerca del 40 % de los fragmentos de ADN del hueso coinciden con la genética del neandertal, mientras que otro 40% es propio del homínido de Denísova.
El análisis también permitió establecer que la chica no fue descendiente de otros híbridos entre esas especies, sino cría directa de dos humanos distintos.
Según el genetista Pontus Skoglund, encontrar «una persona de primera generación, de ascendencia mixta de estos grupos, es absolutamente extraordinario».
La investigadora Viviane Slon, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, indicó por su parte que por estudios previos se sabía «que los neandertales y los hombres de Denísova debían haber tenido hijos comunes de vez en cuando», pero que nunca ella pensó tener la suerte de «encontrar una descendencia real de estos dos grupos».
H/T – RT