La tortuga está formada por dos organismos distintos que comparten un mismo cuerpo. Increíblemente, se alimentan, defecan por separado y se convirtieron en una verdadera atracción.
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Una especie identificada como tortuga pintada o tortuga escurridiza nació con dos cuerpos en un mismo caparazón. Fueron halladas en la ciudad cubana de Pinar del Río y se convirtió en una «celebridad» local.
El reptil tiene dos cabezas, cuatro patas delanteras, dos traseras y dos colas, fue encontrado por Osvaldo López Romero, un médico aficionado a la pesca, mientras escarbaba la tierra para juntar lombrices con su hijo a la orilla de una represa.
El hombre se llevó a las tortugas siamesas a su casa y las cuidó a pesar de que tenía pocas esperanzas de vida. «Pensé que no se salvarían porque no estaban en tiempo de eclosionar y en la parte de abajo del caparazón tenían una mancha amarilla que parecía la conexión con el huevo», recordó Romero.
Al día siguiente comenzó a alimentarse y se convirtió en un caso excepcional de reptil siames.
«Muchas veces los huevos con dos embriones ni siquiera llegan a eclosionar y la probabilidad de supervivencia es casi nula por la competencia entre ambos individuos. Se les hace difícil alcanzar el alimento, nadar, o trasladarse por tierra», comentó el médico de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna cubana Ihosvany García Veloz.
Las tortugas siamesas son dos organismos distintos que comparten porciones de un mismo cuerpo pero que se alimentan y defecan por separado. Además, se convirtieron en una verdadera atracción.
«Todos los días venían personas del pueblo para verlas», expresó Romero. El hombre confiesa que planea conservar su «mascota» hasta que esta crezca para poder donarla a un acuario.
H/T – Cronica
