Así tal cual como suena de absurdo, un jefe de una empresa cervecera en Pekín tiene como rutina que todas las mañanas sea besado en la boca por cada una de sus empleadas.
De la misma forma en que las redes sociales no perdonan ni dejan escapar ni un solo detalle de lo que acontece en el mundo entero, aparece un jefe de una empresa cervecera en Pekín evidenciado en una rutina muy particular, pues todas sus empleadas deben besarlo en la boca todas las mañanas.
Pero el cuento exacto es así: todas las mañanas, entre las 9:00 y 9:30 horas, justo minutos antes de que las trabajadoras comiencen su jornada laboral y las actividades cotidianas, las mujeres que integran a esta empresa de maquinaria dedicada a la elaboración de cerveza en el distrito de Tongzhou, forman una línea recta, ¿Para qué? Pues esperando a su jefe.
De acuerdo a informes difundidos a medios locales, en un inicio las mujeres se negaban a formar parte de esta singular ceremonia matutina por parte del jefe, pero poco a poco fueron aceptando la práctica al grado de convertirse ya en toda una tradición de esa empresa.
Sin embargo, sólo dos empleadas, valientes por cierto, se han negado a satisfacer las excéntricas peticiones del jefe, quien argumenta que el propósito de esto es que se creen lazos estrechos entre los trabajadores y sus superiores.
Además, confirma que cuando se encuentra fuera de la oficina, es muy extrañado por todas las chicas, y justifica su iniciativa explicando que la idea llegó a Pekín después de que estuviera vista por una compañía estadounidense en donde asegura, tenían esta práctica.
Por supuesto, la indignación en las redes sociales no se ha hecho esperar, donde, por un lado, muchos usuarios tachan al jefe de pervertido y machista, mientras que otros se cuestionan en dónde queda la voluntad de las trabajadoras y su deseo por ejercer sus deseos y garantías individuales.
H/T – Despertar México