¡Simplemente atroz! Brryan Jackson es un joven que ha tenido que vivir con SIDA por culpa de su propio padre, quien lo inyectó con sangre infectada cuando apenas tenía unos meses de nacido con la finalidad de no pagar manutención.
Cuando Jackson tenía siete años todos pensaban que le quedaban unos meses de vida, pues presentaba mucha fiebre, el hígado inflamado, infecciones crónicas de oído y hongos debajo de sus uñas debido a que el SIDA, que le había sido diagnósticado dos años antes, había acabado con sus sistema inmune y, además, lo obligaba a tomar 23 medicamentos al día.
De acuerdo a la revista ‘GQ’, el padre de Brryan, Brian Stewar, trabajaba en un hospital sacando sangre a los pacientes, por tal pudo tener acceso a la muestra infectada que inyectó a su bebé de 11 meses de nacido cuando ingresó en el hospital a raíz de una crisis de asma.
Su madre, Jennifer Jackson, los había dejado solos unos minutos y fue cuando el padre aprovechó la oportunidad, por tal, la madre no se dio cuenta de lo ocurrido en ese momento.
Aunque, el padre le dijo a la madre, meses después en medio de una pelea, que: “No vas a tener que buscarme por la pensión alimenticia de cualquier forma porque tu hijo no va a vivir mucho”, ella no entendió el mensaje en ese momento, pero luego sirvió para armar el caso contra Stewart.
Luego que se supo toda la verdad, Stewart fue condenado a cadena perpetua en 1998 por el crimen y durante el juicio el juez le dijo que iba a “arder en el infierno de aquí a la eternidad” y que la sentencia era lo máximo que podía hacer, aunque no era algo “justo”, teniendo en cuenta lo que su hijo tendría que enfrentar y que pronto moriría.
Sin embargo, Brryan Jackson, quien se cambió el nombre que compartía con su padre, logró sobrevivir al mortal episodio en su infancia, a pesar de haber perdido el 70% de su audición y, por ende, le produjo un impedimento del habla.
Pero aquí te vas a sorprender más, pues Brryan, quien es cristiano, aseguró que su fe lo ayudó a personar a su padre y que, incluso, reza por él. Mientras tanto, se dedica a dar charlas de motivación, a promover información sobre el SIDA para combatir los mitos que la rodean y reducir el estigma que recae sobre quienes lo padecen.
“Podría estar sentado por ahí sintiendo rabia con la situación, o puedo sentarme por ahí y divertirme con eso (…) La vida se trata de divertirse, de tener aventuras”, dice el joven a la revista.
H/T – Noticias 24