“El juego no se acaba hasta que se termina”, una de las frases más emblemáticas de Yogi Berra, el hombre cambió la historia del béisbol en Estados Unidos. Dentro del diamante, se convirtió en una leyenda, siendo considerado como uno de los mejores receptores de todos los tiempos. Pero fuera de él, se ganó el amor de la afición por su gran sentido del humor, la capacidad de crear sus propias frases e inspirar el personaje del Oso Yogi.
El 22 de septiembre de 2015, será una fecha para recordar la partida del legendario jugador de los Yankees de New York. Lawrence Berra, comenzó a destacar en el béisbol, formando parte de uno de los mejores equipos del deporte de Estados Unidos, encontrando así un sobrenombre con el que lo conocerían por el resto de su carrera como beisbolista.
Debutó en las Mayores con solo 21 años, con nada más y nada menos que los Yankees de New York. Ocupando la segunda posición del diamante. En la receptoría, ganó catorce títulos de campeón de las Series Mundiales, siendo este un record absoluto, 18 participaciones en el “All-Star”, fue nombrado tres veces “MVP” y posee el único juego perfecto de las Series Mundiales, realizado en 1956. En 1956, tras colgar su guante, los Yankees decidieron retirar su número 8.
El exreceptor y Miembro del Salon de la Fama, también alcanzó el ámbito universitario después que en el 96 recibiese un doctorado “honoris causa”, del estado de Nueva Jersey. A su vez, un estadio de fútbol de la universidad lleva su nombre, así como un anexo Museo Yogi Berra que abrió en 1998, donde se mostraban recuerdos del jugador.
Concluyó su carrera profesional con .282 de promedio al bate, impulso 1430 carreras, siendo la mejor marca de todos os tiempos para un jugador en la posición de receptoría y pegó 358 vuela cercas. Estableció un promedio de 5,5 ponches por cada 100 turnos al bate y jamás fue ponchado más de 38 veces en una temporada.
Berra, de padres inmigrantes italianos, comenzó su carrera en una época en la que el béisbol centrada la vida del país pero jamás dejo a un lado su vida pública. Es imposible conocer cuales frases son ciertas y cuales son un invento, sin embargo como se dice por ahí: “En caso de duda, imprime la leyenda”. Y Yogi, es sin lugar a dudas una leyenda.
Gracias Yogi por tanta historia y tanto béisbol en cualquier lugar donde te encuentres.
H/T – ElPais
