La pequeña Nube de Magallanes, es al igual que la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana y junto a su «pariente» se encuentran a 200.000 y 160.000 años luz.
Te puede interesar: Hallan sorprendente cantidad de estrellas descomunales en la Nube de Magallanes
La Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia enana cercana a la Vía Láctea, muere lentamente por la pérdida gradual de su energía para formar estrellas, publica este martes un estudio de astrónomos australianos.
«Las galaxias que dejan de formar estrellas gradualmente se diluyen en el olvido. Es una suerte de muerte lenta de una galaxia que pierde todo su gas», dijo la líder de la investigación Naomi McClure-Griffits, de la Universidad Nacional Australiana (ANU).
Los científicos de la ANU, junto a sus colegas de la agencia gubernamental científica CSIRO, utilizaron el potente radiotelescopio SKA Pathfinder, conocido como ASKAP, para obtener imágenes tres veces más precisas que las tomadas anteriormente.
«Pudimos observar un escape de gas de hidrógeno de la Pequeña Nube de Magallanes», detalló McClure-Griffits, en un comunicado de la ANU. La científica precisó que la pérdida de este gas, que es el principal elemento del Universo y es clave en las estrellas, implica que «la galaxia puede eventualmente dejar de ser capaces de formar nuevas estrellas».
La Pequeña Nube de Magallanes, es al igual que la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana y junto a su «pariente» se encuentran a 200.000 y 160.000 años luz, respectivamente, de la Vía Láctea La astrónoma considera que este descubrimiento, que es parte de un proyecto que investiga la evolución de las galaxias, proporciona la primera medida de observación clara de la cantidad de masa que pierde una galaxia enana.
«El resultado es también importante porque proporciona una posible fuente de gas de la enorme Corriente de Magallanes que rodea a la Vía Láctea (…) En última instancia, es muy probable que la Pequeña Nube de Magallanes sea engullida por nuestra Vía Láctea», precisó.
Por su lado el investigador de CSIRO David McConnell dijo que el telescopio ASKAP, propiedad de la agencia gubernamental, era ideal para esta observación debido a sus recibidores de radio únicos que le dan una vista panorámica del cielo. Por ello el telescopio pudo cubrir a toda la Pequeña Nube de Magallanes en una sola toma y fotografiar su gas de hidrógeno con un detalles sin precedentes. En septiembre, científicos australianos del Centro Internacional de Investigación Radio Astronómica indicaron que las Nubes de Magallanes pudieron haber estado acompañadas por una tercera galaxia, que acabaron por engullir hace miles de años.
H/T – Elnuevodiario