La Tierra pasa por el punto de su órbita más cercano al Sol, conocido como perihelio, a principios de cada año. Pero este año nuestro planeta alcanzó su máxima velocidad en su órbita.
La Tierra y el Sol distarán este 4 de enero a 147,1 millones de kilómetros, unos cinco millones menos que en su posición más alejada, que tiene lugar a principios de julio y se denomina afelio.
Esta «cercanía» al Sol tiene varias consecuencias. Por un lado, el Sol presentará su máximo diámetro aparente visto desde la Tierra. Y, por otro, la Tierra alcanzará la máxima velocidad en su órbita.
El primero en notar este fenómeno fue el matemático y astrónomo alemán Johannes Kepler. Gracias a las notas de uno de sus maestros, el astrónomo danés Tycho Brahe, Kepler se dio cuenta de que la velocidad de la tierra al recorrer su órbita varia. Y lo plasmó en la segunda ley de Kepler: «Cada planeta se mueve de tal manera que la recta imaginaria que le une al centro del Sol (denominada radio vector) barre áreas iguales en tiempos iguales». De esta forma, cuando está más cerca del sol, el planeta debe recorrer una distancia mayor y su velocidad aumenta. Durante todo el invierno en el hemisferio norte (verano en el sur), cuando la Tierra y el Sol están más próximos, la velocidad a la que viaja nuestro planeta es mayor. Y el máximo se produce durante el perihelio.
H/T – ABC