Los organizadores de los Juegos Olímpicos Río 2016 finalmente revelaron la verdadera razón por la que el agua en dos piscinas olímpicas se volvió verde.
Pero el incidente preocupó por igual a atletas, entrenadores y hasta a los espectadores. En las redes sociales el tema causó conmoción y llegaron a decir que incluso se trataba de algas en el agua. Sin embargo, el peculiar color se debió al peróxido de hidrógeno que un empleado derramó por error.
Resulta que el peróxido de hidrógeno, que se usa normalmente para la limpieza de piscinas, NO puede ir junto con el cloro, que ya se encontraba en las aguas en cuestión. Por lo tanto, cuando un empleado de mantenimiento de las piscinas añadió 160 litros de peróxido de hidrógeno al agua, el cloro sufrió el efecto de neutralización, hecho que habilitó el crecimiento de “compuestos orgánicos” que podría haber incluido algas.
H/T – RT