La verdad es que la vida es una caja de sorpresas y un ejemplo claro de ello es lo que le sucedió a esta pareja, pues un hombre le donó parte de su hígado a una desconocida, sin imaginarse que dos años después se convertiría en su esposa.

Y es que, aunque cuando Christopher Dempsey le ofreció a una extraña donarle una parte de su hígado, sabía que sería una experiencia que le cambiaría la vida, jamás hubiese sospechado que al hacerlo iba a salvarle la vida a la mujer que se convertiría en su esposa.

La historia de amor inició con una conversación que, fortuitamente, se escuchó en una oficina en la ciudad de Chicago, en Estados Unidos, cuando menos de dos años después de que Dempsey llamara a Heather Krueger, la receptora del órgano, para contarle que era compatible para ser su donante, se habían casado.

Resulta que el hígado de Krueger había dejado de funcionar, de hecho, los médicos le dijeron que sus posibilidades de sobrevivir dos meses más, sin un trasplante, eran del 50%, aparte que ya tenía dos años enferma.

Así que su familia estaba en una carrera contra el tiempo tratando de encontrar a un donante, pero en Estados Unidos la lista de pacientes que esperan por una donación asciende a 119.000, por lo que se convirtió en una tarea bastante complicada.

Pero, apareció Dempsey, un funcionario dedicado a garantizar el cumplimiento de las leyes, quien expresó: «Escuché a un compañero de trabajo diciendo que su prima necesitaba un trasplante de hígado. Y pensé: me gustaría que, en una situación así, alguien pudiera ayudarme a mí o a mi familia».

Así que el hombre, de 38 años, decidió someterse a las pruebas necesarias para determinar si era compatible con Krueger, quien ahora tiene 27 años. Las pruebas resultaron positivas y el trasplante de hígado se realizó en marzo de 2015.

La primera vez que hablaron fue cuando Dempsey la llamó para decirle que iba a ser su donante. Posteriormente, ella le confesó que, junto a su madre, había llorado de la felicidad después de esa conversación.

Se conocieron poco después, cuando Dempsey la invitó a almorzar y en las semanas siguientes empezaron a pasar cada vez más tiempo juntos, debido a que Dempsey y sus amigos del club de motocicleta iniciaron una campaña de recaudación de fondos para la cirugía.

Pero el tiempo pasó, y un día, Dempsey se dijo a sí mismo: «Es una chica muy agradable, es alguien a quien me gustaría conocer más».

La operación se realizó en marzo, en el Hospital Universitario de Illinois, en Estados Unidos. Para ese momento, ya habían tenido un par de citas. Esas salidas, sin embargo, fueron reveladas posteriormente.

«Confiaba en que todo saldría bien. Estaba nervioso porque siempre hay posibilidades de que se presenten problemas, pero en ningún momento tuve dudas de la decisión que tomé».

La propuesta matrimonial llegó ocho meses después del procedimiento médico, tras un paseo en un carruaje guiado por caballos, en Chicago. Y casi 19 meses después del trasplante, la pareja se casó.

«Fue muy emotivo, quizás más para ella y para sus padres, considerando lo que habíamos pasado juntos», señaló Dempsey. «Ni en un millón de años hubiera pensado que, al acceder a donarle una parte de mi hígado, me casaría con ella. Es maravilloso», concluyó.

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H/T – BBC