Una investigación realizada durante más de tres décadas reveló una caída del 76% de la biomasa de insectos voladores.
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Un grupo de aficionados a la entomología investigó la población de insectos en el oeste de Alemania y comprobó su alta tasa de desaparición, lo que conlleva un fuerte impacto en los hábitats y en las cadenas alimenticias.
Desde 1982, más de 80 millones de insectos fueron recolectados en la región de Krefeld, a orillas del río Rin y cerca de la frontera con los Países Bajos. Allí está ubicada la Sociedad Amateur de Entomología, donde se conservan en botes con etanol escarabajos del tamaño de un puño, mariposas y libélulas, entre otras especies.
El paso del tiempo les demostró a los especialistas cómo disminuía la cantidad de ejemplares, aunque recién en 2011 percibieron la gravedad de un problema que cada año se agrava, comentó Martin Sorg, presidente de la entidad.
Según pudieron comprobar, desde que comenzaron el estudio la biomasa de insectos voladores disminuyó en un 76 %.
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Las posibles causas
Respecto del origen de esta situación, el entorno de Krefeld aporta algunos datos, como el humo emanado por las chimeneas industriales de la zona o los pesticidas con los que rocían los campos sembrados, ubicados junto a una reserva protegida. Este contexto lo advirtió el profesor de ecología Hans de Kroon al estudiar, en 2011, el declive de la cantidad de aves en la región.
En ese sentido, Kroon destacó que en Europa occidental los ambientes naturales «se están reduciendo» y que «los campos agrícolas son muy hostiles para los insectos». «No hay alimento, son envenenados», advirtió. «Las áreas naturales también están más y más aisladas. Los insectos no pueden ir de un lugar a otro», siguió el especialista, quien aseguró que la causa de las extinciones es «antropogénica».
«Nuestro mayor temor es que se alcance un punto de no retorno, que provocará una pérdida permanente de la diversidad», finalizó.
La investigación realizada por la Sociedad Amateur de Entomología forma parte de un estudio encabezado por las universidades de Sídney y de Queensland, en Australia, que reveló que 40% de las especies de insectos están en peligro de extinción, una cifra que cada año aumenta 1%. Esto, señalaron, equivale al «episodio de extinción más masivo» desde la desaparición de los dinosaurios.
H/T – Actualidad