Lo tenía todo perfectamente calculado, un romántico paseo en un lago, algunos amigos a bordo, otros con pancartas en la orilla y todo listo para el gran momento.
Pero justo cuando el novio saca el anillo de compromiso y se dispone a revelar sus más serias intenciones, ella sin querer, le da un manotazo y el anillo, símbolo del más alto compromiso entre dos personas, rodó por la borda directo al agua.
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