Una historia, sin duda alguna, ejemplar, donde un papá millonario lleva a su hijo a enseñarle lo que era ser pobre y no podrás imaginar lo que sucedió después.

Resulta que un hombre muy rico llevó a su hijo a un viaje al campo para mostrarle cómo era la experiencia de ser pobre; allí pasaron varios días en una granja perteneciente a una familia de muy bajos recursos.

Al regresar a casa, el padre se le acercó a su hijo para preguntarle qué le había parecido el viaje, a lo que él pequeño le respondió: “Fue genial papá”; el padre sorprendido le pregunta nuevamente: “¿Has visto lo pobre que puede llegar a ser la gente?”, y el hijo responde: “Sí, lo he visto muy claro”.

Pero el padre quería saber aún más sobre lo que había aprendido su hijo y siguió preguntando cosas, a lo que su hijo dio esta respuesta:

“Me he dado cuenta de que nosotros tenemos un perro y ellos cuatro.

Tenemos una piscina que llega hasta la mitad de nuestro patio y ellos un arroyo que no tiene fin.

Nuestro jardín está iluminado con lámparas importadas, mientras que ellos tienen las estrellas durante la noche.

Nuestro patio llega hasta la pared que separa nuestra casa de la calle y ellos tienen todo el horizonte.

Nosotros tenemos un pedazo de tierra para vivir y ellos tienen campos que van más allá de nuestra vista.

Tenemos sirvientes que trabajan para nosotros, pero ellos sirven a otros”.

Compramos nuestra comida pero ellos cultivan la suya propia.

Tenemos murallas que protegen nuestra propiedad y ellos tienen amigos para proteger la suya”.

El padre quedó sin palabras ante la respuesta de su hijo, quien agregó finalmente: “Gracias papá, me has mostrado lo pobre que somos nosotros”.

Esta historia fue escrita por Dan Asmussen y ha sido compartida por más de un millón de personas, pues deja una clara moraleja, en la cual se pone de manifiesto que a veces es necesaria la percepción de un niño para darnos cuenta o recordarnos cuáles son las cosas más importantes en la vida.

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H/T – Mentalidad Creativa