A todos nos ha pasado que nos reencontramos con viejas amistades y de repente nos parece que no envejecen y otras, por el contrario, que parecen más pasaditos de años; pues, no es tu mente, la realidad es que esto sucede y está comprobado.
Un estudio realizado un equipo de científicos de la Escuela Universitaria de Medicina de Duke, en Estados Unidos confirma que sí hay personas que envejecen más lentos o más rápido, y esto depende de una serie de factores.
Para poder descubrir estos factores que aceleran el envejecimiento y, además, tomarlo en consideración para prevenir algunas enfermedades asociadas a la edad, los investigadores analizaron la variación de 18 biomarcadores concretos en más de 1.000 participantes nacidos en la misma ciudad entre los años 1972 y 1973.
“La mayoría de estudios se centran en personas mayores, pero pensamos que si queríamos prevenir las enfermedades asociadas a la edad, necesitábamos empezar a estudiar el proceso de envejecimiento en adultos jóvenes”, explica Daniel Belsky, líder del estudio.
De esta forma, analizando los factores biológicos como el colesterol, la presión sanguínea, el índice de masa corporal, los sistemas metabólico e inmunitario, la inflamación o la longitud de los telómeros a las edades de 26,32 y 39 años, los expertos lograron calcular la edad real y la velocidad de envejecimiento individual de los voluntarios.
Con esto llegaron a la conclusión de que la mayoría envejecía un año biológico por cada año cronológico pero otras personas aumentaban tres años biológicos cada año cumplido. Esto se vio asociado a un peor estado físico, un cociente intelectual más bajo y un mayor riesgo de desarrollar algún tipo de demencia, según indicaron las pruebas físicas, cognitivas y de equilibrio posteriores.
“Esto es sólo el principio. El próximo paso será averiguar de qué forma esa información nos puede ayudar por ejemplo a identificar las causas del envejecimiento acelerado para poder hallar formas de ralentizarlo. También esta información nos podrá ayudar a evaluar las terapias que buscan aminorar la velocidad del proceso de hacernos mayores”, explica Belsky.
H/T – muyinteresante