La misión llamada OSIRIS-REx de la NASA estudiará al asteroide Bennu, cuya trayectoria lo haría colisionar con la Tierra causando la destrucción de nuestro planeta.
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La misión estudiará a profundidad la posibilidad de impacto contra la Tierra del asteroide, estimada para finales del siglo XXII. Los estudios de la sonda permitirán salir de dudas en relación al riesgo de impacto.
La sonda OSIRIS-Rex fue lanzada y se espera que haga contacto con el asteroide Bennu en 2018, con el fin de estudiarlo durante dos años y volver a la Tierra con 60 gramos de muestras de su superficie.
Los expertos aseguran que asteroides como Bennu son restos de la formación de nuestro sistema solar hace más de 4.500 millones de años. Sospechan que pueden haber sido una fuente de agua y moléculas orgánicas de la Tierra primitiva y otros cuerpos planetarios.
Bennu es entre cuatro mil a cinco mil veces más masivo que el meteorito que explotó sobre Chelyabinsk en Rusia en 2013, remarca Dante Lauretta, investigador principal de la misión OSIRIS-REx.
«Para predecir con precisión su evolución orbital futura, tenemos no sólo hay entender la fuerza de la gravedad, sino fuerzas térmicas en el asteroide que pueden alterar significativamente su camino en el futuro (…) Vamos a producir un modelo global para asegurarnos de entender la dinámica subyacente; así que podemos usarlo para predecir de forma precisa dónde estará Bennu en el futuro, y aplicarlo a otros asteroides peligrosos, para relamente entender los riesgos de impacto», señaló.
H/T – Antena3
