Seguramente, alguna vez has oído el consejo de “nunca te vayas a la cama enfadado”, pues ahora te contamos que esto tiene un gran por qué.
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Y es que, generalmente, las horas de sueño nos ayudan a procesar la información del día y a almacenarla en la memoria; en este sentido, un nuevo estudio ha comprobado que los recuerdos negativos son más difíciles de suprimir si nos vamos a la cama pensando en ello o si acabamos de mantener una discusión. Al contrario, se consolidan en nuestra memoria.
Un grupo de neurocientíficos del University College de Londres, en Reino Unido, realizó un experimento para el que contaron con 73 hombres a los que pidieron que vieran 26 fotos de personas con caras neutrales. Sin embargo, en una posterior visión, emparejaron cada rostro con una imagen realmente perturbadora, con el propósito de asociar cada cara a una imagen desagradable.
Luego, los investigadores dividieron a los participantes en dos grupos, mostrándoles nuevamente algunas de las fotos de dichas caras y pidiéndoles que intentaran olvidar el recuerdo negativo asociado a las imágenes; el intento de olvidar el mal recuerdo se llevó 30 minutos luego del primer visionado o tras un sueño reparador.
Cuando el experimento se realizó media hora después, los voluntarios fueron un 9% más propensos a borrar las imágenes de su cerebro. Pero, en la prueba del día siguiente después de dormir toda la noche, el porcentaje se redujo al 3%; tenían más problemas para olvidar.
Los resultados sugieren que el sueño puede hacer que sea más difícil a las personas olvidar cosas que preferirían no recordar.
En la tarea de supresión de memoria se escanearon, además, mediante resonancia magnética los cerebros de los participantes, comprobando la actividad cerebral. El experimento de los 30 minutos activó circuitos neuronales en el hipocampo cerebral. No obstante, en el que se hizo tras una noche de sueño, los circuitos neuronales que se activaban aparecían distribuidos por toda la corteza cerebral, por lo que les resultaba más difícil suprimir el recuerdo.
En fin, nuestra capacidad para borrar recuerdos negativos disminuye con el sueño ya que nuestro cerebro, al dormir, se reorganiza, almacena y consolida estos recuerdos negativos, así que el mensaje está claro: nunca te vayas enfadado a la cama o no podrás olvidarte fácilmente de lo sucedido.
H/T – Muy Interesante
