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Un complejo de telescopios situados en el Tíbet, pertenecientes a un proyecto de investigación conjunto entre China y Japón, encontró la primera evidencia de rayos gamma de energía ultraalta esparcidos por la Vía Láctea, revela un nuevo estudio publicado en la revista Physical Review Letters.

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«Encontramos 23 rayos gamma cósmicos de energía ultraalta a lo largo de la Vía Láctea. La energía más alta entre ellos equivale a un récord mundial: casi un petaelectrón voltio», dijo Kazumasa Kawata, coautor del estudio, llevado a cabo por la Universidad de Tokio. Se especifica que esta cifra es tres órdenes de magnitud mayor que cualquier rayo gamma conocido inducido por rayos cósmicos, o que cualquier partícula que los humanos hayan acelerado en laboratorios terrestres.

Por su parte, Huang Jing, coautor del estudio, del Instituto de Física de Altas Energías de la Academia de Ciencias de China, explicó que «se cree que los rayos gamma de alta energía pueden ser producidos por la interacción nuclear entre los rayos cósmicos de alta energía que escapan de las fuentes galácticas más poderosas y el gas interestelar en la Vía Láctea».

Ahora la evidencia observacional acerca a los físicos a descubrir dónde nacen esos rayos cósmicos. Según Chen Ding, de los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia de Ciencias china, quien participó en el estudio, agregó que «la detección de rayos gamma difusos por encima de los 100 teraelectrones voltios es clave para comprender el origen de los rayos cósmicos de muy alta energía, lo cual ha sido un misterio desde su descubrimiento en 1912». Huang afirmó, a su vez, que «este trabajo pionero abre una nueva ventana para la exploración del universo extremo».

Los nuevos hallazgos ofrecen pruebas de que los aceleradores no detectados hasta el momento producen rayos cósmicos que han flotado alrededor de nuestra galaxia durante millones de años. Se cree que estos aceleradores, conocidos como ‘PeVatrons’, arrojan rayos cósmicos a energías de hasta un petaelectrón voltio. Esos posibles superaceleradores incluyen explosiones de supernovas, regiones de formación de estrellas y el agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia. El nuevo estudio informó de la primera evidencia de rastros de estos brillantes rayos gamma esparcidos por la galaxia.

Masato Takita, de la Universidad de Tokio, cree que «el descubrimiento confirma la evidencia de la existencia de ‘PeVatrons'», pero de momento no está claro si estos probables aceleradores están activos o muertos.

H/T – Actualidad