La historia de Justine McCabe te dejará con los pelos de punta, tras perder a su esposo la joven decidió cambiar su vida y al tomarse unas fotos sin casi ropa se percató de una realidad que le rompió el corazón.
Resultó que el esposo de McCabe, John Paul, tomó la decisión de quitarse la vida poco después de que la joven perdiera a su madre. El dolor de ella era enorme e insoportable, como era de esperarse, así que pasó los siguientes tres meses de luto, como cualquiera lo haría.
Pero justo en ese momento su familia, que la vio tan destrozada, le sugirió que pensara en ejercitarse, ya que el ejercicio podría ayudarle a levantar el ánimo.
Así que la madre de dos hermosos hijos, tomo la iniciativa y se tomó una foto de sí misma para tener una constancia de cómo se veía en el momento en que decidió iniciar su nueva jornada en busca de la salud.
Justo allí fue entonces cuando McCabe se dio cuenta y admitió que tenía sobrepeso, por encima de las 313 libras; pues, a raíz de la muerte de sus dos seres queridos había dejado de preocuparse de sí misma.
“La muerte de mi marido fue un momento muy duro y horrible. Se agravó porque mi madre había muerto poco antes, también. Ver como un ser querido se quita la vida y tener las secuelas de ese hecho es una de las cosas más terribles, y más temibles que usted puede sobrellevar” indicó Justine. “Los 365 días de selfies fue una de las primeras cosas que hice; que comenzó durante mi período de duelo – la primera fue horrible, me veía tan perdida y rota”.
Así fue, McCabe comenzó a tomarse una foto de sí misma cada día que pasaba, pues cada fotografía significaba el seguimiento de su progreso en cuanto a la pérdida de peso. Luego de 365 días ya había perdido 124 libras.
Sin embargo, la historia de esta joven en duelo no queda sólo allí en el aspecto estético y en su apariencia como fuente de su felicidad, sino en realidad se trataba de hacer frente a sus miedos, todos los miedos que trataban de sobrepasar lejos con alimentos poco saludables.
Además, como la madre le tenía miedo a las alturas, Justine comenzó a volar parapente, hacer paracaidismo y a saltar de acantilados.
“Yo sabía si podría sobrevivir la vida sin mi marido y mi madre, entonces yo debería empujar mis límites y los límites para hacer frente a todos los miedos que tenía, para vivir una vida que estarían orgullosos”, finalizó McCabe.
H//T – googleado