Quizá piensas y juras que eres el rey o reina de la agilidad, pero quizá con estos ejercicios descubras que la verdad no es así.
El ser ágil requiere coordinación, velocidad, equilibrio, fuerza y acondicionamiento físico, ¿cumples con todo eso?
El caminar por una calle o estación de metro muy concurrida e ir rápidamente sin tropezar a nadie puede ser considerado un ejercicios de agilidad, pero créeme que no todo el mundo puede hacerlo.
Así que aquí te dejamos un test para que descubras si de verdad eres ágil o no:
- Busca un espacio grande y coloca cuatro objetos en el suelo en forma de cuadrado separado por unos 4,5 metros, también puedes usar marcas en el piso.
- Colócate en medio del de los primeros objetos, con las rodillas flexionadas.
- Muévete hacia la seña frontal izquierda y tócala con la mano izquierda.
- Vuelve al centro y repite con la frontal derecha y continúa en el sentido de las agujas del reloj.
- La idea del ejercicio es tocar el mayor número de marcas en 15 segundos.
¿El resultado?
Si logras tocar nueve o más objetos, declara que eres súper ágil; si lo hiciste con seis o siete, estas dentro del promedio; y si no logras alcanzar los números anteriores debes ponerte las pilas y trabajar en ello.
Si eres del último grupo o bien del primero y quieres superarte más, sigue estos entrenamientos y ejercicios:
Las rutinas debes estar basadas en dar saltos, para ello son idóneos los ejercicios pliométricos, que consisten en saltar escalones, cajones y todo lo que implique que pongas a trabajar tus piernas y rodillas, sin lesionarte. Añade dos series de 10 repeticiones a tu rutina tres veces por semana.
Además, está el ejercicio de la elevación de rodillas, que al agregarle velocidad garantizan que tendrás más agilidad. Eleva las rodillas tan alto como puedas, llevando la derecha por encima de la cadera y manteniendo la pierna izquierda estirada; aterriza en la almohadilla del pie izquierdo y repite alternando las piernas.
H/T – emedemujer