La aerolínea All Nippon Airways está testeando junto a empresas tecnológicas, un método que busca evitar que los bebés lloren en los aviones.
Vea también: La seguridad en los aviones ante todo, una guía cortesía de MIB
La aerolínea All Nippon Airways (ANA), de Japón, está probando con varias empresas tecnológicas un nuevo sistema para acabar con los incómodos llantos de los bebés en los aviones midiendo sus ritmos cardíacos.
La primera prueba del sistema se realizó en pasado 1 de octubre durante un vuelo doméstico de la aerolínea con 34 familias.
El dispositivo, en fase de pruebas y que se instaló en el pecho de bebés y niños muy pequeños, es capaz de medir su frecuencia cardíaca y así anticiparse al arranque del llanto, unos datos que se envían directamente a los teléfonos inteligentes de sus padres.
«Dado que los bebés no pueden explicar su estado con palabras, es necesario observarlos cuidadosamente. Su ritmo cardíaco tiende a elevarse cuando lloran o están excitados y a disminuir cuando están cómodos o dormidos, por lo que nos ofrece pistas de su estado», incluidas señales previas al llanto, explicó Ryoichi Sakurai, del departamento de comunicación de NTT.
Durante la prueba, en la que sólo participaron familiares de los empleados de las compañías implicadas en el proyecto, los padres recibían los datos que les mandaba el dispositivo, y así pudieron calmar a los niños antes de que comenzaran llorar, por ejemplo dándoles de beber.
La aerolínea explicó que un acto tan sencillo como la ingestión de líquidos alivia el dolor de oídos derivado de los cambios de presión en cabina, una de las principales razones por las que los bebés lloran, especialmente en el despegue y aterrizaje.
Alcanzado «un cierto nivel de calidad, consideraremos realizar pruebas en algunos vuelos programados», dijo Sakurai, aunque destacó que «todavía no hay una fecha específica».
«Muchos clientes que tienen hijos menores de tres años tienden a evitar el uso de aviones», porque no quieren que los chicos la pasen mal, ni molestar a otros clientes, argumentó. Proporcionando un vuelo que permita a estas familias «usarlo con la conciencia tranquila», las empresas japonesas consideran que se podría fomentar todavía más el uso de este medio de transporte.
H/T – Clarín