Un joven fisicoculturista quería parecerse al personaje de la televisión, Popeye, aquel dibujo animado que comía espinacas y tenía unos súper músculos, pero se le fue la mano, pues su obsesión lo llevó a inyectarse aceite. Sí, un producto que puede traer graves consecuencias para la salud.
No te puedes perder: Se gasta una fortuna en cirugías para convertirse en un elfo
Un joven fisicoculturista tuvo una arriesgada y alocada idea con el propósito de parecerse a Popeye. Se trata de Kirill Tereshin de 21 años y que es famoso en Instagram.
Los bíceps y tríceps de Tereshin aumentaron a causa del consumo de Synthol inyectable, un aceite común en el ambiente del culturismo.
El producto se compone de 85% de aceite, 7,5% de lidocaína y 7,5% del alcohol. En las competencias de fisicoculturismo es usado par abrillantar el cuerpo del competidor antes de salir a escena.
El problema es que el uso de este producto puede tener como consecuencias problemas pulmonares, daño en los nervios y hasta ataques al corazón.
H/T – El Sol