Se trata de Alejandro Ramos, quien es el protagonista de un misterioso caso donde su cuerpo se hinchó después de haber buceado; el hombre no se acostumbra aún a las incómodas miradas de los desconocidos cuando pasea por la calle. Por eso, cuando su cuerpo de un momento a otro se hinchó, dejó de salir de su casa.
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El peruano de 56 años de edad tiene una altura de 1,60 y sus bíceps un contorno de 62 y 72 cm, una medida desproporcionada si se compara con el resto del brazo, que mantiene el tamaño de siempre. Sus pectorales presentan una apariencia hinchada, y de cada codo emerge un bulto y de éste, a su vez, otro más grande que se funde con sus hombros.
Fue a finales de 2013 cuando comenzó la transformación del cuerpo de Ramos, cuando salió a la superficie tras haber buceado a más de 30 metros de profundidad con el fin de buscar mejillones en Perú. Durante aquella inmersión, se quedó sin suministro de oxígeno. El origen sería una mala descompresión.
Ahora, la Marina de Guerra del país se ofreció a estudiar su caso, pues los médicos todavía no han encontrado un diagnóstico concreto. Las primeras hipótesis apuntan a que se trata de tumores de grasa generados por la hipodermis, la capa más baja de la piel, según el médico Raúl Alejandro Aguado. “Podría ser una enfermedad congénita que no se había manifestado hasta el accidente”, afirmó.
H/T – Cactus24