Un investigador de la Universidad de Wageningen cree que los mosquitos se guían por el rastro invisible de dióxido de carbono que se halla en el aire que rodea a los humanos.
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Joop van Loon, entomólogo de la Universidad de Wageningen (Países Bajos), asegura que la razón principal por la que los mosquitos suelen picar a determinadas personas y no a otras es la cantidad de compuestos químicos —que varían según la persona— producidos por las colonias de microbios que habitan nuestra piel, según explica a Live Science.
«Las bacterias convierten las secreciones de nuestras glándulas sudoríparas en compuestos volátiles que son trasladados por el aire hasta nuestro sistema olfativo en la cabeza de los mosquitos», sostiene Van Loon. Asimismo, el científico neerlandés detalla que estos insectos utilizan sus órganos sensoriales para encontrar a sus víctimas —desde una distancia de hasta 50 metros— siguiendo el rastro invisible de dióxido de carbono que se halla en el aire que rodea a los humanos.
Según Van Loon, cuando exhalamos el dióxido de carbono de nuestros pulmones, este no se mezcla de forma inmediata con el aire, sino que permanece temporalmente en él, hecho que los mosquitos aprovechan para localizar a sus víctimas.
Cuando el mosquito en cuestión se encuentra a un metro de sus posibles objetivos tiene en cuenta diversos factores, como la temperatura de la piel o la presencia de vapor de agua, si bien el más determinante a la hora de elegir sus víctimas son los compuestos químicos localizados en la piel de una persona.
H/T – Mdzol