Una combinación de metadona, fluoxetina, diazepam, alcohol y otras sustancias fueron encontradas en el sistema nervioso de la joven de 22 años.
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Saoirse Kennedy Hill, la nieta de Robert F. Kennedy, murió de una “sobredosis accidental”. Así lo confirma, según los medios de comunicación locales de Boston, la autopsia realizada a la joven, que murió en agosto en un rancho propiedad de la familia.
El Boston Herald y la cadena WCBV5 publicaron los resultados toxicológicos de Saoirse, revelando que una combinación de metadona, fluoxetina, diazepam, alcohol y otras sustancias fueron encontradas en el sistema nervioso de Hill en el momento de su muerte.
La joven de 22 años murió en el complejo de Kennedy en Hyannis Port, Massachusetts, el 1 de agosto. La familia Kennedy confirmó su muerte en una declaración a Associated Press: “Nuestros corazones están destrozados por la pérdida de nuestra amada Saoirse”.
Hill era la única hija de Courtney Kennedy Hill, el quinto de los once hijos de Robert y Ethel Kennedy. El padre de Hill es Paul Michael Hill, uno de los cuatro condenados falsamente en los bombardeos del Ejército Republicano Irlandés de 1974 en dos pubs. La viuda de Robert, Ethel, de 91 años, dijo en ese momento que “el mundo es un poco menos hermoso hoy” después de la repentina muerte de su nieta.
La joven sufría problemas de depresión y sobre ello había escrito hace algunos años. “Mi depresión se arraigó al principio de mis años de escuela intermedia y estará conmigo por el resto de mi vida”, escribió en un ensayo de 2016 para el periódico estudiantil de la escuela.
H/T – Telefenoticias
