Los países Rusia y Estados Unidos firmaron un acuerdo para construir una estación espacial en la Luna, la cual pretende ser el puerto de partida para misiones tripuladas a Marte.
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Rusia y EEUU han firmado una declaración de cooperación para crear una estación espacial en la Luna, la cual comenzará a construirse a mediados de la próxima década.
El proyecto Deep Space Gateway —Puerta al Espacio Profundo, en inglés— está abanderado por la NASA y se basa en una estación espacial en la órbita del satélite de la Tierra. El proyecto sería el sucesor de la Estación Espacial Internacional (ISS), que llegó al espacio en 1998 con la colaboración de EE UU, Rusia, Europa, Canadá y Japón y que dejará de funcionar en 2024, según los planes actuales.
El acuerdo muestra una importante sintonía en el espacio entre dos países enfrentados por el espionaje, la guerra en Siria y la proliferación nuclear de Corea del Norte. Las agencias espaciales de Europa (ESA), Japón y Canadá también están embarcadas en el proyecto, que aún está en un punto temprano de desarrollo, según la ESA.
Antes de este anuncio, Rusia había expresado su intención de construir una base propia en la superficie de la Luna para entrenar a sus cosmonautas de cara a futuros viajes a Marte. También China ha anunciado planes para llevar a la Luna su propia estación espacial.
Parte de la declaración, firmada en Adelaida (Australia) durante el Congreso Internacional de Astronáutica, se refiere a las normas internacionales que deben aplicarse en el futuro. «Al menos cinco países están trabajando en la creación de sus propias naves tripuladas», ha dicho Igor Komarov, director general de Roscosmos. «Con el fin de evitar problemas en el futuro en la cooperación técnica, se debería unificar una parte de las normas, por la posibilidad de que los diferentes países trabajen en sus productos y se unan a la estación internacional en la órbita de la Luna», ha añadido. El pacto entre Rusia y EE UU también incluye el uso de los actuales cohetes rusos Proton y Angara en la construcción de la nueva base, así como el futuro cohete de gran tamaño que está construyendo Roscosmos.
«Declaraciones como la firmada con Roscosmos muestran que el concepto de Deep Space Gateway es un buen ejemplo de exploración espacial asequible y sostenible», ha dicho por su parte Robert Lightfoot, director en funciones de la NASA, en un comunicado.
El propósito final de la nueva estación es ser el puerto de partida para las misiones tripuladas a Marte y otros puntos del Sistema Solar. Estos viajes se llevarán a cabo en vehículos reutilizables con propulsión química y eléctrica para ir y volver al planeta rojo, según explica la NASA. La primera fase de construcción consistirá en llevar a la órbita lunar los tres módulos de la estación, uno para generar energía, otro para que vivan los astronautas y un tercero dedicado a laboratorios similares a los de la ISS.
Mientras que la instalación será una colonia donde los astronautas podrán entrenarse para ir a Marte y donde se probarán todas las tecnologías necesarias para alcanzarlo. También será la nave nodriza de misiones de exploración lunar tripuladas y no tripuladas. El cohete SLS que está construyendo la NASA, el más potente del mundo, será el enlace entre la Tierra y la Luna junto a las cápsulas Orion, cuyos propulsores y sistema de soporte vital han sido construidos por la Agencia Espacial Europea (ESA).
La nueva estación tendrá tres módulos, uno para producir energía eléctrica, otro para que vivan los astronautas y un tercero con laboratorios similares a los de la ISS. Una vez acabada la base, a finales de la próxima década, se realizaría una misión tripulada de un año de duración en esta Puerta al Espacio Profundo para demostrar que todas las tecnologías necesarias para viajar a Marte están listas.
H/T – El País