Según las averiguaciones, al parecer esta relación viene remontada a mitos griegos, de Pasifae, esposa del Rey Minos, quien se enamoró perdidamente el gran Toro Blanco de Creta, y producto de esto, nació el ser conocido como Minotauro; de igual forma, Penélope, la esposa de Ulises, la cual fue seducida por Mercurio, mensajero de los dioses, quien transformándose en un macho de cabra, mantuvo relaciones con ella y dieron vida al semidiós Pan.

Pan, personaje de la mitología descrito como un fauno, es decir, mitad hombre, mitad cabra, también posee cuernos, y popularmente es asociado con la lujuria, la potencia sexual, el instinto animal y el lado salvaje de las cosas, ya que, en la mayoría de los relatos se le ve persiguiendo o espiando a las ninfas con fines carnales.

Pan God

Sin embargo, la historia no queda ahí… Una analogía imposible de pasar por alto, es la asociación judeo-cristiana de los cuernos con el demonio, lo que los asocia indirectamente con el pecado, y siendo la lujuria y la infidelidad uno de los pecados más condenados, la relación de estás con el principal accesorio de identificación de Lucifer no es muy sorprendente… Se cuenta, que durante la edad media, se hizo muy popular la costumbre de arrojar cornamentas o huesos en las puertas de las casas con el sentido de deshonrar a sus habitantes si se creía que ‘el pecado había entrado en ella’, hasta que esta práctica fue castigada con multa debido a la conmoción social que causaba.

Lujuria_Diablo

Luego de esto, durante la época de la colonia, se convirtió en algo muy frecuente el hecho de que los maridos se enterasen de las aventuras amorosas de sus esposas e incluso las promovieran, logrando así establecer vínculos y conseguir ganancias económicas por esta vía (si, como unos proxenetas), pero este negocio vio su fin cuando comenzó a ser severamente castigado, se dice que en Paraguay la pena consistía en pasear desnudos por las calles, montados en burros, con cuernos y cascabeles en la cabeza, el hombre iba primero, y detrás de este, iba su esposa, quien era obligada a azotarle, mientra el verdugo la seguía, flagelándola también.

Infidelidad

Pero, ¿de dónde viene la expresión poner los cuernos?

Hay relatos que cuentan como entre los Vikingos, existía la tradición de que cuando el líder quería tomar a la esposa de alguno de sus servidores, mandaba a poner en la puerta de la habitación de la misma, una cornamenta de venado o alce con el fin de hacerlo saber.

Infidelidad_Cuernos

Y otros más poéticos, como la historia del pintor que se fue de viaje, dejando sola a su mujer en casa, pero antes de irse le dibujo un cordero en el vientre… La mujer, quien al poco tiempo busco refugio en los brazos de su amante, que también era pintor, vio desaparecer el dibujo que le había echo su esposo, como producto de la fricción y el sudor de sus encuentros, así que le pidió a su compañero de aventuras que se lo dibujara nuevamente, sin embargo, este, confundido, le dibujo un carnero; al volver el marido, vio con sorpresa como el inocente cordero que había dibujado en su amada ahora tenía cuernos (era un carnero) y cuando le pidió a esta una explicación, esta respondió que él había estado fuera por tanto tiempo que el cordero había crecido.

Sin lugar a dudas esta expresión tan popular tiene muchas vertientes, lo cierto es que a nadie le gusta la idea de protagonizar una oración junto a ella, muchas veces no conocemos el verdadero significado de las expresiones que usamos, y en el caso de los cuernos, ya podemos ver que tienen una larga trayectoria, y un largo porvenir…

H/T – ElNacional Blogolengua