Un hombre optó por inyectarse células madre en el pene con el propósito de hacerlo crecer, a lo que asegura que: “No lo he medido con una regla, pero cuando está dentro de mi mujer, ella nota la diferencia”.
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Ben Greenfield es una de tantas estrellas del fitness en las redes sociales. Con una pequeña gran diferencia, él va un paso más allá del deporte, la dieta y los clásicos aditivos, más o menos legales. Greenfield se considera a sí mismo un auténtico biohacker y su última peripecia ha sido inyectarse células madre en el pene para hacerlo crecer.
“Quiero cuidar mi cuerpo de la mejor forma posible”, explicó en un webinario este febrero. “Parte de eso es pasármelo bien usando lo que la ciencia nos ha dado para hacer nuestro cuerpo mejor”.
En noviembre Greenfield se acercó a Stem Cell, una controvertida clínica en Florida famosa, esencialmente, por haber dejado a tres pacientes ciegos el año pasado con una terapia experimental con células madre. Para preocuparse tanto por su cuerpo, Greenfield parece un tipo bastante inconsciente, la verdad.
“Quería pasar de bueno a genial, y tener una polla más grande”, dijo a Gizmodo. “No voy a mentir, este es el único motivo por lo que los hombres sin disfunción eréctil harían esto”.
Cabe destacar que varias investigaciones con células madre en pacientes con disfunción eréctil parecen estar dando buenos resultados. De 17 pacientes que sufrían de esta condición tras superar una prostatectomía radical por un cáncer de próstata, ocho pudieron volver a tener erecciones y relaciones sexuales después del tratamiento. Pero como Greenfield dijo, esto no tiene nada que ver con su caso.
El procedimiento fue sencillo, y sin demasiadas posibles complicaciones. Extrajeron células madre de su propia grasa para después inyectarlas directamente en el “tejido carnoso” de su pene. “No sientes nada más que un poco de presión”, explicó en su webinario. Pero lo cierto es que, según explicó la experta en fisiología molecular Kiki Sanford a Gizmodo, además de tener pocos riesgos, la operación tampoco tenía muchas probabilidades de éxito.
“No puedes decir que como un estudio puede haber ayudado en la función en tejido deficiente hará lo mismo en un tejido normal. El cuerpo no funciona así”, dijo Sandford. Esto, claramente, a Greenfield le da bastante igual.
Sin embargo, según el paciente 0, las cosas le han ido bastante bien. A su parecer, el asunto ha mejorado bastante en porte. Tres o cuatro días después del procedimiento, dijo que sentía “casi como si hubiese crecido”, que sus erecciones eran más potentes en dureza y tamaño y sus orgasmos eran mejores.
H/T – Playgroundmag