La “Teoría de la Felicidad” de Albert Einstein fue subastada por 1,33 millones de euros, una nota que entregó el genio a un mensajero en Tokio cuando descubrió que no tenía monedas para darle propina.
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Una nota que Albert Einstein entregó a un mensajero en Tokio hace 95 años, describiendo brevemente su teoría sobre la vida feliz, ha sido adjudicada este martes en Jerusalén en 1,33 millones de euros.
Sucedió que el físico le entregó la nota a un mensajero en lugar de una propina mientras hacía una gira de conferencias por Japón en 1922. En ese momento, Einstein había sido informado recientemente de que recibiría el Premio Nobel de Física, y su fama fuera de los círculos científicos era cada vez mayor.
Un cartero japonés llegó al Hotel Imperial en Tokio para enviarle un mensaje a Einstein, pero o bien el mensajero se negó a aceptar una propina, de acuerdo con la práctica local, o Einstein no tuvo monedas para entregárselas como premio a su servicio.
Sea como sea, Einstein no quería que el mensajero se fuera con las manos vacías, por lo que le escribió dos notas a mano en alemán, según el propietario actual de la nota, un descendiente del mensajero. Una de estas notas es la que se subasta este martes, junto con otros artículos, incluidas dos cartas que Einstein escribió en años posteriores.
«Tal vez si tienes suerte, esas notas serán mucho más valiosas que una simple propina», le dijo Einstein al mensajero, según el aún propietario, un residente de la ciudad alemana de Hamburgo que desea permanecer en el anonimato.
Una de las notas, escrita en papel con membrete del Hotel Imperial de Tokio, dice que «una vida tranquila y modesta trae más alegría que una búsqueda de éxito ligada a un constante descontento». Es esta la que sale a subasta. La otra, en una hoja de papel en blanco, simplemente dice: «donde hay voluntad, hay un camino».
Mientras que las notas, previamente desconocidas para los investigadores, no tienen ningún valor científico, pueden arrojar luz sobre los pensamientos privados del gran físico cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de genio, de acuerdo con Grosz.
«Lo que estamos haciendo aquí es pintar el retrato de Einstein, el hombre, el científico, su efecto en el mundo, a través de sus escritos», señala Grosz.
H/T – Elperiodico