El colesterol alto se ha convertido en uno de los llamados “asesinos silenciosos” del ser humano, por eso es importante saber reconocer los síntomas que presenta tu cuerpo para avisarte que debes realizar ciertos cambios y así cuidar tu salud.
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El trastorno es conocido como hipercolesterolemia y aunque este lípido está presente, en cierta medida, en todas las células del cuerpo, su acumulación en las arterias es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares crónicas.
Los especialistas señalan que si bien el hígado es el responsable de segregar la mayor parte, sus excesos en el organismo suelen producirse por el consumo habitual de alimentos que contienen colesterol en su composición.
El problema radica en que, debido a la ausencia de síntomas contundentes, muchas personas lo padecen y no toman medidas oportunas para controlarlo.
Los 10 principales síntomas del colesterol alto:
1. Sensación de pesadez
Cuando existe una acumulación excesiva de colesterol malo (LDL) en las arterias se produce en el cuerpo una recurrente sensación de pesadez e indigestión.
Los lípidos que se retienen en la sangre y el hígado interfieren en la actividad del metabolismo y, a su vez, afectan el proceso de digestión, sobre todo cuando se consumen alimentos ricos en grasa.
2. Dificultades visuales
Los altos índices de colesterol producen dificultades circulatorias que, en algunos casos, conlleva a dificultades visuales. Los pacientes con este trastorno pueden presentar irritación continúa de los ojos, además de visión borrosa y una coloración amarilla en la parte blanca del globo ocular.
3. Mareos y dolor de cabeza
Cuando nuestro colesterol está alto tiende a formar una placa dura en las arterias que, al obstruir la circulación, afecta el proceso de oxigenación celular. Es por ello, que los pacientes presentan mareos, dolores de cabeza tensionales y pérdida del equilibrio y coordinación.
4. Inflamación de las extremidades
Algunas veces esta molestia viene acompañada con adormecimiento o sensación de hormigueo. Esto ocurre porque la grasa impide una circulación óptima y, al interferir en el paso del oxígeno, resiente los músculos y las articulaciones.
5. Mal aliento
La mayoría de los pacientes con hipercolesterolemia tienen dificultades para controlar el mal aliento, aun cuando tienen buenos hábitos de higiene. Esto debido a que el colesterol alto interfiere en el proceso de digestión, lo cual produce alteraciones en el funcionamiento del hígado y alteraciones en el pH la saliva.
6. Dolor en el pecho
Aunque puede ser leve, la mayor parte de las veces enciende las alertas. Existen muchas enfermedades que se asocian a su aparición; sin embargo, un gran número de casos están relacionados con la acumulación de colesterol.
La realidad es que el lípido dificulta el bombeo de la sangre por parte del corazón y, producto de esto, puede influir en la aparición de hipertensión.
7. Debilidad y fatiga
Aunque hay muchos factores que pueden influir en la aparición de la sensación de debilidad y fatiga, como enfermedades crónicas, deficiencias nutricionales, etc. Cuando se produce de forma recurrente, sin razón aparente, sería bueno evaluar si tiene que ver con el aumento del colesterol.
8. Estreñimiento
El estreñimiento es un trastorno crónico que se origina por cambios en la actividad del intestino. Si bien casi siempre se produce por malos hábitos alimenticios y problemas digestivos, no está de más considerar que puede ser una consecuencia de la hipercolesterolemia.
H/T – Mejorconsalud.com