Un estudio explica por qué algunos cánceres no responden a los anti-PD-1; los investigadores plantean también una estrategia para superar esa resistencia a la inmunoterapia.
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Científicos del Georgetown University Medical Center (Estados Unidos) han descubierto un mecanismo que podría explicar por qué algunos cánceres no responden a una forma de inmunoterapia muy utilizada, los inhibidores de puntos de control o anti-PD-1. Además, los investigadores aseguran que han encontrado una manera de soluciona esta falta de respuesta.
Su trabajo muestra, en modelos animales y muestras de tumores de pacientes, que el estado de las células T antes de la terapia anti-PD-1 es un determinante crucial para la capacidad de respuesta. Según señala Samir Khleif, uno de los miembros del equipo, “si las células inmunitarias no se encuentran en el estado de activación adecuado, el tratamiento con anti-PD-1 lleva a estas células T a un estado disfuncional y no reprogramable, induciendo resistencia a la terapia inmunológica”.
Para prevenir que el sistema inmune ataque a las células normales, el cuerpo tiene una manera de proteger estas células del ataque inmunológico. Las células cancerosas a menudo adoptan este sistema de puntos de control con el fin de frenar la vigilancia inmunológica para protegerse y crecer. Los inhibidores del punto de control liberan esos ‘frenos’.
Estos inhibidores se dirigen a moléculas, como la PD-1 (muerte celular programada 1), que se encuentra en la superficie de una célula T, y la molécula, PDL-1 que está presente en las células tumorales y se une a la PD-1. Este emparejamiento PD-1/PDL-1 inhibe el funcionamiento normal de las células T que, de otro modo, atacarían a la célula cancerosa. Por lo tanto, los medicamentos, en forma de anticuerpos que se unen a la PD-1 o a la PDL-1, trabajan para eliminar esa protección, permitiendo que las células T reconozcan y ataquen el tumor.
Se sabe que los tumores que responden más fácilmente a los inhibidores de los puntos de control son aquellos que ya se han comprometido con el sistema inmunológico, como el melanoma y los cánceres que expresan muchas mutaciones. La pregunta ha sido por qué los agentes inmunoterápicos no funcionan en tumores inmunológicamente ‘silenciosos’. Este descubrimiento arroja algo de luz sobre el tema.
El equipo también pudo encontrar una estrategia para superar esa resistencia a la inmunoterapia. “Cuando activamos por primera vez las células T mediante el uso de una simple vacuna, o eliminamos las células T disfuncionales, encontramos que la terapia inhibidora del punto de control funciona mejor”, detallan.
H/T – Elmedicointeractivo