Un impresionante elefante emergió en un acantilado de basalto en la isla de Heimaey en el sur de Islandia y aunque se trate de una roca gigante se parece muchísimo al animal sumergiendo su trompa en el mar.
Lo que hace que estas formaciones rocosas recuerden tanto a la figura de un elefante son esas arrugas que parecen grabadas en el acantilado que recuerdan mucho a la textura y al color de la piel de estos paquidermos. El elefante en esta costa de la isla, que atrae muchos turistas, fue formado del basalto volcánico que se encuentra por toda la isla.
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Lo peculiar es que la erosión ha ido modificando estas rocas hasta crear pequeñas grutas que han acabado por dibujar lo que parece el ojo y la oreja de un elefante flotando al viento.
Heimaey es la isla más grande en el archipiélago de las Islas Vestman, un conjunto relativamente nuevo de islas formadas por volcanes. El basalto es el resultado del enfriamiento rápido de la lava cuando entra en contacto en el agua fría del mar. En 1973, se produjo una erupción volcánica en la montaña Eldfell de esta isla, y empezó a surgir lava que se dirigía hacia la bahía. Durante la erupción, la mitad de la ciudad quedó aplastada, pero la lava en contacto con el agua del mar fría se solidificó por lo que la isla creció alrededor de 2 kilómetros.
H/T – Diariodelviajero.com