Una encuesta puso en evidencia el grave problema de acoso sexual que se vive entre los empleados del Parlamento británico. Casi una de cada cinco personas de los empleados de la institución ha sido víctima o testigo de acoso sexual o de comportamiento inadecuado en los últimos 12 meses.
El sondeo también señala que 39% de las personas interrogadas vivieron experiencias de acoso no sexual o de intimidación en el año anterior a la encuesta.
«Los principales resultados del sondeo del grupo de trabajo revelan que la intimidación y el acoso, sea o no sexual, estuvieron presentes en la vida de numerosas personas que trabajan en el Parlamento o con el Parlamento», afirman los autores del informe.
Para llegar a estos resultados, la encuesta se practicó entre 1.377 empleados del Parlamento en el marco de un grupo de trabajo con miembros de diferentes partidos que se estableció después de que salieran a la luz revelaciones sobre una «cultura» del acoso sexual entre la clase política.
El escándalo salpicó a varios ministros, como Michael Fallon, quien dimitió de la cartera de Defensa en noviembre, tras ser acusado de haber apoyado su mano en la rodilla de una periodista durante una cena en 2002. También a Damian Green, quien dejó su cargo de vice primer ministro en diciembre, tras reconocer que mintió sobre unas imágenes pornográficas halladas en su ordenador en Westminster.
Por su parte, Mark Garnier, quien fue secretario de Estado para Comercio Internacional, fue investigado tras pedir a su secretaria que comprara juguetes sexuales.
«Me alegro de que por fin se reconozca la amplitud del problema», reaccionó en Twitter Kate Maltby, una exmilitante del Partido Conservador que acusó a Damian Green de haber puesto su mano sobre la rodilla de ella durante un encuentro en un pub en 2015 y de haberle enviado un mensaje de texto «sugerente».
H/T – Informe21