A simple vista parece una vitrina como cualquier otra, pero la verdad es que no todo es lo que parece. A este hombre no le dejaban construir una puerta de garaje, así que se las ingenió para burlar la ley y «engañar a todos» para salirse con la suya.

Este ciudadano belga, luego de jubilarse, quiso usar la tienda que poseía debajo de su domicilio como un garaje para guardar su coche. Sin embargo, el ayuntamiento le denegó la posibilidad de construir una puerta de garaje en el local, probablemente por aquello de la homogeneidad estética de la fachada del edificio.

Así que el jubilado puso en marcha un plan para poder saltarse esta prohibición de manera totalmente legal y poder aparcar su coche en el local.

Lo primero que hizo fue quitar el banco situado delante del local.

Esta vitrina esconde un increíble secreto5

Colocó bisagras en el escaparate para sujetar la parte que simula ser una pared.

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Y así poder moverla…

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Para no dañar las llantas coloca pequeñas rampas.

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Y el coche sale y entra sin ningún problema.

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Al salir vuelve a poner todo en su sitio y logra salirse con la suya. Aunque el ayuntamiento le había dicho que no podía, técnicamente de esta forma no rompe ninguna ley…

Ciertamente no es el garaje más cómodo de todos, pero fue una solución bastante original para su problema.

H/T – Cabroworld.com